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Existem 6 mundos ¿En cuál vives tu?

199 PABLO

¿Te has preguntado alguna vez, cómo es posible que, mientras tú vives una determinada realidad (desafíos, preocupaciones, estrés), otras personas parecen vivir entre algodones?, y no debido a que posean mucho dinero, sino que, a veces, aun pasando necesidades. Ellos parecen estar siempre contentos. Al mismo tiempo, ¿has notado cómo hay personas que, en toda ocasión parecen pasarlo mal, sufriendo y padeciendo con problemas que parecen multiplicárseles como conejos?
Los tibetanos tienen un diagrama llamado Bhavachakra (del cual se dice que el Buda mismo lo solía dibujar en el suelo para enseñar), conocido también como la “Rueda de la Vida”. Es un mandala (círculo), parecido a una carta natal astrológica, que posee, desde el centro hacia la periferia, 5 dimensiones concéntricas:
1-Un centro vacío que representa a la Iluminación subyacente;
2-Tres animales, que representan los tres “venenos” primarios que ponen en marcha nuestras motivaciones personales;
3-Un círculo dividido en dos partes, una ascendente y otra descendente, que representan nuestras tendencias a regresar al centro u origen, o bien, a perdernos en la multiplicidad de circunstancias cotidianas;
4-Seis Mundos (Lokas), que representan, seis posibles enfoques de la vida que nos toca vivir;
5-Doce Nidanas o momentos por los que pasamos regularmente.
Nos centraremos en los Seis Lokas. ¿Qué son? Bueno, resulta que, según la educación que hayamos recibido, el tipo de familia, país, cultura, etc., que nos haya tocado, se irá forjando en nosotros una especia de “cristal” con el cual poder ver y decodificar la realidad.

Estos Lokas o Mundos son seis:
El Mundo de los Dioses
Para ellos, todo está siempre bien, poseen un optimismo redomado, siempre tienen una expectativa positiva con respecto a lo que suceda. Son los triunfadores, los que, como los gatos, siempre caen de pie. El placer es la emoción básica, todo debe siempre ser agradable. Por ello huirán del dolor, mediocridad, fealdad, y sufrimiento. Buscarán, como si fueran estrellas de Hollywood, siempre reunirse con gente “bien”.
Lo mejor que tienen: son positivos, y alegres.
Lo peor que tienen: viven “colgados de una nube”, como Hippies.

El Mundo de los Asuras o Dioses Celosos
Para ellos, la clave es la desconfianza. Son profundamente observadores, detallistas. Tanto, que, de tanto revisar detalles nimios, acaban viendo enemigos por todas partes. Suelen estar a la defensiva siempre. Puede que trabajen en grupo, pero, en el fondo, siempre desconfiarán igualmente de sus compañeros. La venganza es el plato que más prefiere degustar.
Lo mejor que tienen: Son sumamente observadores, por lo cual, son los que pueden anticipar problemas antes de que se manifiesten, y, así, repararlos a tiempo.
Lo peor que tienen: son desconfiados, y, por ello, acaban, tal como preconizaba George Bush “atacando preventivamente”, es decir, se defienden antes de que se los ataque, “por las dudas”.
El Mundo de los Seres Humanos
Para ellos, la astucia lo es todo. Son personas cuyo motus operandi consiste en utilizar su habilidad e inteligencia para superar obstáculos, competir con otros. Gozan “llegando a la cima”, superando a otros, siendo mejores cada día. Lo mejor que tienen: Su habilidad para resolver cualquier situación, por difícil que parezca, siempre acaban “inventando” algo que soluciona el problema.
Lo peor que tienen: Son trepadores, fríos, despiadados, manipuladores astutos de los demás, a través de su lógica precisa y capacidad estratégica.
El Mundo de los Animales
Para ellos, la vida es trabajo, esfuerzo, rutina. Se afanan por tener sus necesidades básicas cubiertas (techo, comida, etc.). Su credo sería: “comer, dormir, aparearse, y defenderse”. No aspiran a nada más allá que cubrir lo necesario. Lo mejor que tienen: Son confiables en grado sumo, y capaces de trabajar a codo partido. Lo peor que tienen: Son sumamente aburridos, ya que carecen de vuelos intelectuales, o artísticos.
El Mundo de los Pretas (Espíritus Famélicos)
Para ellos, la insatisfacción es la clave. Son personas que viven siempre tratando de alcanzar algo, con desesperación, para, al conseguirlo, sentir que no les vale, que deben ir a por más. Se los representa como seres con bocas y estómagos inmensos, pero con gargantas muy estrechas, que impiden toda satisfacción.
Lo mejor que tienen: Su obsesión, les permite ser muy agudos, capaces de lograr cualquier propósito, lo cual genera genios en los diferentes campos del saber y del arte.
Lo peor que tienen: Son despiadados, individualistas, huraños, y ni siquiera les importa dañarse a ellos mismos.
El Mundo de los Demonios
Para ellos todo es dolor, dificultad y opresión. Son esas personas, para las cuales todo es difícil, aún lo simple se torna complicado, asfixiante, repetitivamente agobiante, como si estuvieran confinados en una celda de dos por dos, sin salida posible.
Lo mejor que tienen: Soportan el dolor como ninguno, son capaces de trabajar bajo presión, normas rígidas, y en circunstancias que nadie más toleraría.
Lo peor que tienen: Son oscuros, depresivos, densos, iracundos, la clásica “persona correcta”, la cual, por dentro es un volcán que puede hacer erupción en cualquier momento.
Por lo que acabamos de ver, parecería que el mundo de los Dioses resulta ser el mejor, pero no es así en realidad, no se trata de intentar cambiarse de mundo, sino, reconocerse en el propio, y, con las reglas del mismo, comenzar una práctica espiritual que nos lleve al centro, a la Esencia de la Rueda.
Se afirma que el Buda, encarna constantemente en cada Loka, revistiéndose de las vestiduras y usanzas de cada mundo, de forma que sus habitantes puedan entenderlo, y, así, poder llevarlos de regreso al origen. Esto significa que, estemos donde estemos, siempre habrá una “puerta” hacia el centro de la rueda, cuyo decorado variará según el mundo en que esté. Esa puerta puede ser un libro, una charla, un maestro...
Las descripciones de la Rueda Tibetana, sirven para que uno mismo se descubra funcionando según el patrón de uno de sus mundos, y, una vez hecho lo anterior, buscar la armonía en él, es decir, descubrir sus ventajas, sus habilidades, y vivirlas, porque la rueda es un mosaico, tal como la vida lo es, y, por ello, no se trata de que un mundo domine a los demás, sino que, mejor, todos ellos funcionen en armonía, complementándose y ayudándose mutuamente.
El tema da para mucho más, pero a modo de introducción, lo anterior nos vale para mucho.
Así que, ya sabes...existen seis Mundos... ¿En cuál vives tú?

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