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La Gran Pirámide

185 SEBASTIAN

Un buen amigo, Javier Sierra, acaba de publicar una novela cuyo protagonista es la Gran Pirámide. Una edificación que, todavía hoy, representa un desafío perenne y un enigma al que aún no ha encontrado respuesta convincente. Sin querer entrar en polémicas y simplemente para tomar conciencia de tamaña construcción vamos a ofrecer algunos datos.
Peso aproximado: 6.300.000 toneladas.
Según nos dice la egiptología la construyó Keops durante su reinado para que fuese su tumba. También nos dicen que dicho reinado duró 23 años.
Suponiendo que en el primer día que se sentó en el trono ordenase la construcción de la pirámide resultaría que en ese lapso de 23 años debieron:
. Preparar los planos y la orientación del monumento. Hay que valorar que su orientación es prácticamente exacta.
. Allanar la plataforma de modo perfecto.
. Construir el pueblo en el que residieron los obreros y preparar una logística muy eficaz. Principalmente almacenes, alojamiento, comida para hombres y bestias, asistencia sanitaria y abastecimiento de agua.
. Movilizar y organizar a grandes grupos de personas distribuyéndolas en diferentes jerarquías, especialidades y equipos.
. Disponer de gran número de animales de carga, herramientas, maderas, trineos de arrastre, cuerdas, barcos, infraestructuras y maquinarias para embarcar y desembarcar los bloques de piedra y moverlos hasta la obra y, a medida que la construcción subía en altura, elevarlos de algún modo.
. Sacar de las canteras cerca de 6 millones de toneladas de piedra caliza y tallarlas.
. Una parte de las piedras, las de granito, con casi un millón de toneladas, fueron transportadas desde Assuán a 800 kilómetros al sur y las traían navegando por el río. La piedra caliza, la que más abunda en la construcción de la pirámide, la trajeron desde una cantera cercana.
. Construir las rampas o rampa sobre las que se cree que subían los bloques. Se calcula que se requirió para estas rampas millones de toneladas de arena y escombros. La teoría de las rampas es la más aceptada actualmente aunque muy cuestionada por muchos que la consideran inviable por la gran cantidad de problemas que plantea.
. Perforar el túnel de acceso a la cámara subterránea a 30 metros de profundidad. La piedra taladrada es granito.

. Solventar el problema del sarcófago de la cámara del rey ya que todo parece indicar que debió ser puesto allí antes de finalizar la construcción. En un edifico tan gigantesco y teniendo presente donde está situada dicha cámara, esto implica un enorme desafío arquitectónico al no poder permitirse los constructores ni el más mínimo error ni desviación respecto a los planos. Este logro es un verdadero e impresionante alarde constructivo.
. Colocar de modo absolutamente preciso los más de 6 millones de toneladas de piedra repartidas en unos 2,5 millones de bloques. Recordemos que la pirámide mide ahora 142 metros y llegó casi a los 150. Recordemos también que algunos bloques pesan 60 toneladas. Hoy, la grúa tipo pluma más poderosa que existe es capaz de levantar 132 toneladas.
Recordemos de nuevo que la pirámide contiene diversas cámaras y túneles, por lo que el trabajo previo de arquitectura e ingeniería debía ser perfecto.
. Poner los 27 000 bloques de revestimiento exterior y pulirlos hasta que brillasen. Cada uno de ellos con un peso de unas 10 toneladas. Los pocos que quedan están colocados de tal modo que entre ellos no cabe una hoja de afeitar.
. Eliminar después la rampa o rampas quitando de la zona todas las toneladas de materiales de las mismas ya que se le iba a dar un uso ceremonial a toda el área. También abordaron la construcción de un templo anejo con sus rampas de acceso.
 Y todo esto, es conveniente repetirlo, sin haber cometido el más mínimo error en la construcción.
Además hay que tener presente que según afirma la egiptología actual:
. No conocían la rueda.
. No conocían la polea.
. Sus herramientas eran de piedra, madera, cobre y bronce. No conocían el hierro.
. Sus barcos, en los que transportaron por el Nilo a lo largo de 600 kilómetros más de un millón de toneladas de piedras, eran de cañas y madera.
Algunos ingenieros y arquitectos han hecho los siguientes cálculos:
Suponiendo que hubiesen necesitado como mínimo tres años para realizar cálculos y planos, toda la preparación del terreno, construcción de la ciudad de los obreros y construcción de la rampa e infraestructuras, quedarían veinte años para afrontar la obra.
En el caso en que hubiesen estado trabajando los 20 años todos los días durante las 24 horas del día miles de obreros sin descanso- se calcula una cifra no superior a veinte mil ya que una cantidad superior de personas no hubiese sido operativa por organización y movilidad además de que es la cantidad de obreros más aceptada en la actualidad calculando la población total en Egipto en la época- significaría que debían cortar de la cantera, tallar, transportar y colocar correctamente más de 850 toneladas diariamente.
Respecto a la cifra antes mencionada, varios estudiosos afirman que en el tiempo del reinado de Keops no habitarían Egipto más de dos millones de personas muchos de los cuales no serían válidos para el trabajo: ancianos, niños, enfermos, sacerdotes, ejercito, castas sociales altas…
Hay que considerar también que hoy se ha demostrado que no la construyeron esclavos sino trabajadores libres, bien sea a cambio de contraprestaciones, bien sea por servicio devocional a su faraón. Y, es conveniente repetirlo, lo construyeron sin ruedas ni poleas y con herramientas de piedra, madera, cobre y bronce. Se supone que los planos sobre el terreno los hacían tirando cuerdas atadas a palos. En cambio sí usaron plomadas y niveles rudimentarios.
Esta es la explicación que, hoy, nos ofrece la arqueología oficial sobre la construcción de la gran pirámide. Si no ha estado en Egipto recuerde todos estos datos cuando se encuentre al lado de la Gran Pirámide y luego entre en sus galerías. Si ya ha estado allí, seguro que todo lo que ha leído antes no le es ajeno. Luego saque sus conclusiones.
Personalmente me gustaría escuchar que, sencillamente, en la actualidad no se tiene ni la menor idea de cómo las construyeron pero, ya se sabe, parece que da vergüenza reconocer que nuestra cultura, capaz de llegar a la Luna entre otras hazañas, ignora como unos tipos supersticiosos que adoraban a extraños dioses fueron capaces de construir con apenas algo más que palos, cuerdas y unas pocas herramientas toscas, esas sobrecogedoras maravillas arquitectónicas. Respecto a estas herramientas, para mi continúa resultando una delicia admirar en una sala del Mueso de El Cairo la vieja vitrina de madera en los que se exponen dichas herramientas. Personalmente me resulta de una candidez tan extraordinaria como sorprendente. Suele ser habitual en los recorridos turísticos la visita a la Gran Pirámide y al Museo con un lapso de un día o dos de diferencia. Por favor, no deje de visitar esa vitrina y admirar esos utensilios. Y recuérdelos cuando recorra la Gran Pirámide. Luego admire las conclusiones de los egiptólogos.
Sí, reconozco que me encanta la Gran Pirámide y su desafío a la estupidez y a la soberbia humanas.

COLABORADORES Revista Verdemente