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El verdadero Vipassana I

190 RAMIRO CALLEEs innegable el don que tienen los americanos para aguar, distorsionar, desdibujar y aún traicionar las verdaderas enseñanzas espirituales de Oriente. De hecho, como ya he comentado en varias ocasiones, los mentores indios que viajaron a Estados Unidos ya hace unas décadas a mostrar el yoga, fueron sin duda los primeros grandes traidores a su esencia, tratando de convertirlo en puro ejercicio físico a fin de mercantilizarlo y rentabilizarlo y propiciando el postureo, la competición y la estampa del campeón, el contorsionismo barato y los campeonatos de asanas, así como la reafirmación del ego y el apego al cuerpo, o sea todo lo contrario que propone el auténtico yoga. Pero no solo el yoga (que Ha sido el más deformado), sino que otras enseñanzas tampoco han corrido mejor suerte y también se han adulterado para mejor venderlas en el gran supermercado espiritual que los americanos han construido. Tal ha sucedido con el zen, el tantra, el vedanta y, por supuesto, el vipassana en cuanto que se le ha denominado absurdamente mindfulness aún en los países de lengua castellana y se ha tratado de robarle la paternidad budista e incluso algunos desaprensivos e hipócritas lo presentan casi como un invento propio. Mindfulness es atención plena y fueron los yoguis hace más de cinco mil años y los primeros budistas hace dos mil quinientos años los que empezaron a valorar la atención como un eficiente factor liberatorio de la mente y a procurar métodos para poder cultivarla y desarrollarla, ya que de su asiduo entrenamiento surgen la calma, la claridad, la visión profunda y la liberación de tendencias insanas como ofuscación, avidez y odio. Pero no consiste solamente de estar más atento, sino de acompañar la atención con el establecimiento de la genuina ética (virtud) y el despliegue de la sabiduría o entendimiento correcto. Se trata, pues, de cultivar la triple disciplina o triple ejercitamiento: el moral, el mental y el de desarrollo de la sabiduría. Estar solo atento no basta. Muy atentos están el explotador, el ladrón, el torturador o el verdugo, pero ni tienen virtud ni sabiduría.

Vipassana es un término muy concreto que quiere decir visión justa y penetrativa, o sea esa visión cabal y transformativa que está libre de juicios y prejuicios, que nace de una consciencia clara y despejada. La meditación vipassana es aquella que está precisamente encaminada a despertar ese tipo de visión. Para ello se requiere determinado tipo de meditación sentada y luego tratar de conducir a la vida diaria la atención consciente sustentada en la ética y la sabiduría o entendimiento correcto. Nadie logra estar atento si no se entrena para ello. Mediante el adecuado entrenamiento se van cambiando los modelos de pensamiento que creen conflicto y desdicha y se consiguen actitudes constructivas que propician la dicha propia y ajena, otorgando calma y claridad para la mente y favoreciendo una acción más diestra.
La meditación vipassana se sirve de la observación muy atenta y ecuánime de los procesos psicosomáticos que surgen y se desvanecen en uno mismo. No hay lugar para la fantasía ni las elucubraciones. Se mira lo que va surgiendo y desvaneciéndose. Buda, con precisión extraordinaria y pragmática, expuso en su célebre Sermón de la Atención (Satipatthana) las claves y ejercicios para que vaya desencadenándose esa liberadora y reveladora visión que es vipassana, que le permite a la persona salir del circuito enrarecido de los apegos y aborrecimientos. Mediante el adiestramiento asiduo la consciencia se va desempañando y la visión profunda y libre de patrones o estrechos puntos de vista brota como una luz que realmente trasforma e incluso "quema" las latencias condicionantes del subconsciente. Es un trabajo de envergadura, donde no se trata de algo tan simple como proponen, infundada o perversamente algunos mindfulnessitas, ni de conseguir solo desestresarse o ser más brillantes en una reunión, sino de desenraizar las tendencias insanas y lograr la independencia mental.
En el próximo trabajo, ofreceremos la técnica y ejercitamientos del verdadero vipassana. Mientras tanto recordemos las alentadoras palabras de Buda: "Algunos habrá que no tenga la mente tan empañada y puedan trabajar para liberarla".

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