Buscar

Entrevista a Fernando Rodríguez. Mindfulness: la atención consciente

241 ILUS ENTRE1w¿Qué es la insatisfacción existencial?

Los seres humanos sufrimos porque nos pasan cosas que no queremos que nos pasen, no nos pasan las que queremos que nos pasen y porque todo lo que queremos se acaba. Detrás de esta insatisfacción superficial está el destino universal como seres humanos, es decir, todos enfermamos, envejecemos y morimos, esta es la insatisfacción existencial.

¿El motivo por el que se origina la insatisfacción existencial responde a una respuesta tópica vinculada a la sociedad moderna o hay elementos añadidos, casi genéticos, que generan en determinadas personas una desazón vital difícil de calmar?

La insatisfacción existencial es la marca de cualquier ser que no controla su existencia. A eso hay que añadir que hemos construido una sociedad individualista, narcisista, insolidaria, competitiva, basada en la avidez de placeres sensuales y en la avaricia por lo material que no ayuda a manejar con destreza nuestras limitaciones.

¿Cómo sentirte sabio en la sociedad de lo material?

Reconociendo que somos seres complejos que estamos muy condicionados por nuestros genes, nuestra biografía, los patrones y hábitos que hemos ido creando a lo largo de nuestra vida y sujetos a condiciones externas que no dependen de nosotros. En definitiva, reconociendo que no somos seres separados sino interdependientes y, por tanto, no siendo tan arrogantes. Reconocer nuestra vulnerabilidad nos hace ser más amables con nosotros mismos y, por extensión, con los demás. Eso genera una actitud de agradecimiento por lo que tenemos, alegría por lo bueno que les pasa a los otros y compasión por lo malo. Si nos damos cuenta de que la satisfacción no está en tener cosas sino en desarrollar una mente que no se aferra a las cosas, los sentimientos o las ideas seremos más libres de las circunstancias externas y eso es a sabiduría.

¿Qué es la meditación vipassana? 

Es la forma más característica de la meditación que enseñó el Buda. Este personaje histórico desarrolló una forma de meditación que estaba encaminada a la liberación de esa insatisfacción existencial. Consiste en desarrollar una atención consciente a los procesos físicos y mentales que vivimos. No es lo mismo pensar ‘fulanita me dijo tal cosa’ que darse cuenta de que estoy pensando que ‘fulanita me dijo tal cosa’. No es lo mismo verse atrapado por un sentimiento de ira que darse cuenta de que un sentimiento de ira está creciendo en mi interior. En definitiva, es desarrollar una especie de metaconciencia que nos permite no reaccionar mecánica o inconscientemente a lo que nos está pasando y poder manejar las situaciones de una manera más libre y consciente.

¿Qué es la contemplación?

La contemplación consiste en atender a las cosas sin involucrarse en ellas, sin tomar partido, de forma receptiva, permitiéndose estar con lo que sucede en cada momento sin aferramiento, sin rechazo, sin intentar suprimirlo o sin reprimirlo.

¿Qué es la sabiduría de la que hablas? 

La sabiduría exige aprender cómo funciona el cuerpo y cómo funciona la mente. No desde un punto de vista científico sino desde un punto de vista experiencial. Lo que la tradición del Buda comparte con muchas otras tradiciones espirituales es la capacidad de autotrascenderse, es decir, de dar más importancia al bien universal que al bien personal, de ir del egocentrismo al mundicentrismo. La ventaja que tiene es que propone un método concreto que todo el mundo puede practicar, que es gratis y que depende de tu responsabilidad.

¿Por qué deberíamos acercarnos al Mindfulness?

El Mindfulness es la versión moderna y científica del método de Buda. Lo que pasa es que busca los efectos parciales que produce el método, es decir, desarrollar conciencia corporal, aprender la autorregulación emocional, incrementar la atención, etc. En ese sentido, si la persona que lo enseña tiene suficiente práctica, o sea, ha experimentado personalmente los beneficios, y tiene capacidad para generar confianza en sus alumnos y cualidades para transmitir con claridad y paciencia el método, puede hacer mucho bien. Como pasa con todas las cosas que se ponen de moda es que hay una explotación por personas que no están capacitadas para enseñarlo y acaban por quemar y desacreditar algo que podía ser muy beneficioso para la sociedad.241 ILUS ENTRE4w

¿Qué lo diferencia de otras tradiciones meditativas budistas?

La mayoría de las tradiciones budistas son religiosas mientras que el mindfulness es una aplicación laica del método de meditación. Mindfulness es una herramienta psicoeducativa o psicoterapéutica que utiliza los métodos de meditación, no solo budistas, sino también de otras tradiciones contemplativas. Dentro de las tradiciones budistas hay muchas formas diferentes; la tradición theravada del sur de Asia, la tradición zen de china y japón o la tradición indotibetana, por mencionar algunas de las más conocidas. En 2500 años de historia, el budismo ha ido transformándose y adaptándose a los lugares, tradiciones y religiones de los sitios a los que ha accedido. De la misma manera que para nosotros es muy difícil diferenciar el origen de las personas asiáticas por su apariencia, las tradiciones budistas son muy diferentes en cuanto a sus filosofías y creencias. Muchas formas del budismo son claramente regresivas y sectarias mientras que otras son más progresivas y abiertas. Muchas personas que empiezan e Mindfulness se ven fascinados por lo exótico de estas religiones, sus ritos, ceremonias, vestimentas, etc. y se ven atrapados en una religión que no tiene nada que ver con su cultura y su forma de entender el mundo y la sociedad. Lo importante para nosotros occidentales es la parte psicológica del método, eso nos puede llevar a la transformación de nuestra actitud ética y, quizás, de nuestra filosofía de vivir, pero ha de ser una transformación que parte de la práctica de la meditación y no de una especie de ‘conversión’ acrítica a una nueva religión.

¿Cuáles son algunos de los errores en torno a la Meditación?

Esta es una pregunta muy difícil de responder. La meditación en occidente está contaminada de múltiples prejuicios. El concepto de meditar es diferente en occidente y en oriente. Sin embargo, lo más habitual es pensar que meditar es poner la mente en blanco cosa que es imposible. La actividad cognitiva tiene sus propios hábitos y regularidades, produce pensamientos de la misma manera que la actividad de sentir produce sentimientos y la actividad somática produce sensaciones físicas. Se puede aprender a calmar todas estas actividades y a reconocer que esa calma es más saludable pero el que espere o pretenda dejar de pensar se va a frustrar.

¿Qué debemos esperar de ella?

La meditación formal consiste en pararse, quedarse inmóvil y vertical, en un entorno con pocos estímulos y con los ojos entornados. Con eso la mente se calma y los procesos internos se hacen más evidentes. Asistimos a todo eso que pasa en nosotros, sensaciones físicas, sentimientos, imágenes mentales o pensamientos. Nos familiarizamos con esos procesos en los que creo que estoy ‘yo’. Nos enfrentamos a esos procesos, los escuchamos e intimamos con ellos. Así aprendemos cómo es ese ‘yo’ y nos damos cuenta de que hay mucho más. Eso nos hace interesarnos por el funcionamiento del cuerpo y de la mente. Nos responsabiliza de todos esos procesos. Gracias a eso maduramos psicológicamente y aprendemos a escoger unos estados y no seguir o ‘alimentar’ otros. Se aprende mucho y se experimentan estados de mucha confusión, comprensiones liberadoras y estados de paz y plenitud.

¿Por qué mucha gente concibe el acercamiento al mindfulness como un esfuerzo y no como una oportunidad?

Es más fácil mirar hacia afuera que mirar hacia adentro. Se ven muchas cosas que no lleva toda la vida intentando ocultar. Además, la inmovilidad y la verticalidad requieren esfuerzo. Es una disciplina. En el fondo se trata de indagar en lo que nos resulta desagradable para estar preparados cuando suceda. Para saber cómo reaccionamos cuando nos pasan cosas que no nos gustan, cuando deseamos que la realidad sea diferente de lo que es y cuando se acaba lo que nos gusta. Hay que ser valiente y honesto para meditar. Si solo buscas relajarte o ‘estar bien’ en términos convencionales no vas a meditar mucho. Hay otras muchas actividades con las que seguir autoengañándonos sobre nuestra felicidad.

¿Qué has aprendido de tu largo periodo formativo en torno a la meditación?

Sufro mucho menos, disfruto de casi todo, soy más sensible, más perceptivo, más intuitivo, estoy más atento, me doy menos importancia y comprendo que saber me hace más libre.

¿Cuáles son tus nuevos proyectos?

Estoy terminando un manual con el protocolo de ‘mindfulness para la segunda mitad de la vida’ que llevamos implementando en Baraka, nuestra asociación, en los últimos años. La segunda mitad de la vida es un concepto de Jung que se refiere a ese momento en que el proyecto vital, consciente o inconsciente, que ha animado nuestra vida, se acaba. Con éxito o sin el pero ese motivo que ha servido de motor se agota y uno se pregunta ¿esto era todo? Entonces, uno mira hacia atrás y se da cuenta de que ha hecho cosas buenas y cosas malas. Mira hacia adelante y comprende que se encamina hacia el final. Es una verdadera revelación que nos hace conscientes de nuestra condición. Entiendo que es el momento apropiado para que las personas comprendan la necesidad y el valor de la meditación.

Acerca de ernando Rodríguez Bornaetxea

Fernando Rodríguez Bornaetxea es Doctor en Psicología, psicoterapeuta y maestro de vipassana, impartiendo Historia de la Psicología y Psicología Transpersonal en la Universidad del País Vasco.
En su reciente libro Mindfulness, la Atención Consciente (ed. Kairós) rompe con algunos de los tópicos y concepciones equivocadas en torno a él, acercándose desde un profundo conocimiento de cómo éste se originó y cómo entronca con los principios de Buda.  Todo ello, dentro de una revisión con un fuerte componente pedagógico.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.