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Afecciones Urinarias y Ginecológicas

200 FERNANDOSi estás leyendo este artículo es probable que tengas problemas ginecológicos o urinarios, pero tal vez te preocupe más la lumbalgia, ciática, la trocanteritis o el dolor de rodilla, y es posible que todo esté relacionado. O tal vez hayas tenido síntomas uroginecológicos pero hoy tienes una lumbalgia crónica.En este artículo, nos referiremos al enfoque de la Osteopatía y las Cadenas Miofasciales para interpretar y tratar problemas tales como reglas irregulares y dolorosas, amenorreas, incontinencia en sus diferentes grados, cistitis e infecciones urinarias, etc. y su influencia en sintomatología músculo-esquelética.  

Nuestro análisis va a partir de la base de que muchos de estos síntomas se producen sin causa orgánica aparente, y aun cuando esta existe, son problemas que generalmente, tienen un origen mecánico o funcional. Por lo tanto, intentaremos explicar cómo estos órganos pueden funcionar anormalmente a causa de disfunciones mecánicas ocasionando síntomas orgánicos, circulatorios u ósteo-articulares.

Importancia de la reprogramación postural
Tanto las disfunciones viscerales como las alteraciones músculo-esqueléticas van a condicionar tu Postura y, a la vez, tu patrón Postural va a influir en el funcionamiento de tu vejiga, tu útero o cualquier otro órgano y esto puede generar dolores musculares o articulares.
Por lo tanto, todo tratamiento que pretenda modificar la Causa mecánica del problema debe incluir un trabajo de REPROGRAMACIÓN CORPORAL POSTURAL con un enfoque GLOBAL.
 
Esta parte del Tratamiento apunta a estirar y equilibrar las distintas Cadenas Miofasciales con lo cual mejorarás tus funciones circulatorias, la transmisión nerviosa y tu respiración permitiendo que tu vejiga o cualquier otra víscera recuperen su posición y mejoren su función y, consecuentemente, desaparezcan los dolores músculo-esqueléticos.

LAS CONEXIONES ANATÓMICAS
    Conexión nerviosa: la inervación de vejiga y útero proviene del sacro y de las vértebras lumbares
•    Conexión mecánica: estos órganos se apoyan sobre el periné y están conectados por medio de ligamentos al sacro, al ilíaco y al pubis
•    Conexión endocrina: la hipófisis, que se apoya en la esfeno-basilar, gobierna especialmente la función ginecológica
•    Relación con las otras vísceras:
o    Los riñones van a tener mucha incidencia por pertenecer al sistema urinario y, de este modo, cualquier alteración mecánica o funcional repercutirá en la vejiga, pero, además, los vasos útero-ováricos izquierdos provienen de los vasos renales
o    La restricción de movilidad de los intestinos, en especial el ciego, puede alterar también las vías circulatorias afectando la nutrición y toxemia de los órganos uro-genitales
 ¿Por qué se producen estos problemas?
Sabemos que la mayor parte de nuestros síntomas y malestares tienen una causa funcional, o sea, son manifestaciones de una disfunción mecánica o restricción de movilidad. Por lo tanto, alguna de las relaciones anatómicas que acabamos de sintetizar puede alterarse y provocar la sintomatología.
Por ejemplo: “La restricción de movilidad a nivel lumbar o sacra afectará la información nerviosa sobre estos órganos… tensiones en el periné afectarán al coxis y al sacro y esto influirá sobre la movilidad de útero y vejiga… La alteración de movilidad esfeno-basilar, a nivel del cráneo, afectará la función hipofisaria…”
En definitiva cualquier disfunción que implique la alteración de las circulaciones sanguínea, linfática, nerviosa u hormonal, determinará que el útero y ovarios no cumplan correctamente su función en el ciclo, que se acumulen toxinas provocando cistitis, hongos, etc., que se alteren los músculos encargados de la continencia vesical, etc.

La relación de estos problemas con la sintomatología osteo-articular
Vemos diariamente en nuestra clínica como muchas lumbalgias, ciáticas, dolores de cabeza, problemas en rodillas o pies tienen su origen en alteraciones del sistema uro-genital. Esto pone de manifiesto el principio de globalidad, unidad corporal e integración que propone la Osteopatía, ya que la paciente no reconoce síntomas en estos órganos o no los considera importantes porque su examen ginecológico es normal, pero sin embargo nosotros comprobamos que hay disfunciones de útero o vejiga, causantes de síntomas articulares, neuríticos o circulatorios.
La relación anátomo-fisiológica que existe entre estas estructuras fundamenta nuestra visión holística de la enfermedad, y, si extendemos nuestro enfoque al resto del cuerpo, veremos que la causa primaria de estos problemas la podremos hallar en el tórax, el cráneo o en un esguince de tobillo antiguo.
Insistimos en la diferente interpretación que le da el osteópata a la enfermedad en relación con la del ginecólogo o el urólogo ya que estos sólo consideran la alteración orgánica, y nosotros, la mecánica o funcional es decir las restricciones de movilidad producidas por la alteración del tejido conectivo.
El tratamiento
La visión clásica de enfermedad y curación nos puede dificultar la comprensión de cómo puede solucionarse un problema orgánico a través de la normalización o corrección de un mal funcionamiento mecánico del cuerpo, y más extraño nos resulta comprender como podemos tratar manualmente una víscera que ha perdido movilidad y, en el caso de la vejiga o el útero, que pueden perder su normal relación con otras estructuras provocando prolapsos o “caídas”.
El osteópata intentará acceder al funcionamiento mecánico del paciente para llegar a un DIAGNÓSTICO de las causas del problema que lo afecta, esta es la Clave para Solucionar tu problema. Para ello tiene a su disposición gran variedad de elementos, convencionales y no convencionales: interrogatorio de síntomas actuales y pasados, observación de los patrones posturales y de funcionamiento del paciente, radiografías y estudios médicos si fueran necesarios.
Pero el principal medio diagnóstico es la palpación manual de las tensiones fasciales y la motilidad de los tejidos, accediendo a las alteraciones mecánicas, tónico-vegetativas y fluídicas que presenta el organismo del paciente, esto nos permitirá corregir el origen de tus dolencias.
El tratamiento osteopático se realiza por medio de técnicas manuales que intentarán normalizar los tejidos y estructuras en disfunción. Nuestro tratamiento va a consistir en liberar las restricciones del “envoltorio fascial” que involucra a la vejiga, útero, ovario, riñones, en función del diagnóstico. De este modo, es muy probable que tengamos que actuar sobre el sacro, las lumbares, el útero o el cráneo para normalizar las disfunciones relacionadas con la sintomatología pero es muy factible que también tengamos que normalizar otras partes del cuerpo cuyo desequilibrio está involucrado en estos u otros problemas que tiene el paciente, ya que la Osteopatía es medicina global, preventiva y terapéutica.
Nuestro abordaje es funcional porque no forzamos la corrección sino que nos servimos de la fisiología corporal para normalizar las disfunciones de los tejidos y estructuras corporales, accediendo a niveles muy profundos y corrigiendo las causas sin hacerte daño.

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