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Y me dijo ¡Eres cómo tu madre!

Quiero cerrar el año revisando la influencia de la madre en el mundo de los afectos. Que la Navidad nos sirva para esa reflexión durante nuestro encuentro mensual de cine. El tema cobra interés si consideramos que guardar rencor a la madre nos da problemas con la pareja y con el sexo.174 GRACIELA

Puede ser tan sólo una premisa, sin embargo, cobra sentido al repasar nuestra trayectoria de vida. Y las preguntas que planteo a continuación puede que lo faciliten:

¿Mi madre ha condicionado mi elección de pareja? ¿Rechazar su figura tiene algo que ver con mi sentimiento de merecer, o de infelicidad? ¿Cuál es la diferencia entre modelarla a repetirla?

En la película, La Joya de la familia, la familia, la madre y la elección de pareja son los ingredientes principales de esta comedia. Y como pasa en la historia, el reencuentro por Navidad es para muchos de nosotros el medidor de los afectos personales, y también una prueba de fuego para muchas parejas.

Aprovechemos la ocasión para que sea un desafío de aprendizaje. Revisemos el papel de la madre en nuestras vidas. Y con esta comedía quizás lo veamos más fácilmente.
 
Recientemente, un hombre próximo a los 50 años, que vive en pareja, y sin hijos, me decía que quiere una vida diferente, sin embargo, se ha pasado gran parte de ella dándole la razón a su madre. Hizo suyas palabras que escuchó. Frases que podrían ser reveladoras de valores personales. Sin embargo, operan en él de forma contraria. Hasta el punto que desestima los retos, y olvida eso logros que puntualmente confirman que puede hacer lo que quiere.

Y es cierto. Ya son mías las palabras que escuché en la infancia. Importa que cuidemos lo que decimos a un niño, y sobre todo, el tono que se emplea.

Lo que el niño escucha lo convierte en valores inconscientes, que podrá mantener activos en su vida, o que pasan a ser una meta inalcanzable. Construye su identidad a partir de lo que escucha de sus padres.

En el caso de la madre es el referente de los afectos. Cuando queremos darle la razón en lo que le guardamos rencor, desechamos la opción de construirnos aprendiendo de sus equivocaciones, dando paso a un sentimiento que actúa en la sombra: el deseo de venganza.  En realidad le ejercemos contra nosotros a través de un tercero. Por lo general, el tercero preferido es la pareja afectiva, aunque al principio, cuando nos enamoramos, nos parece que nos aleja del escenario familiar limitador.

Amar la madre como un referente interno es el vínculo más poderoso que pueda tener un ser humano con la vida y también con el amor a uno mismo. Hasta hoy la mayoría de nosotros estamos aquí gracias a un vientre femenino. La madre nos recuerda que somos humanos, que tenemos un cuerpo. Es el recuerdo de lo terreno y de que podemos caminar en compañía.

Si eres mujer necesitas que te acepte. Y con mucha más fuerza cuando quien te gusta no es ella, sino el padre. Las niñas que se han sentido rechazadas por su madre tienen enormes dificultades para reconocerse y sentirse bellas, o para creer que pueden ser amadas. A diferencia de las niñas que buscaron ganarse a sus madres, y que suelen imitarlas en sus actitudes, son muy celosas de su intimidad; y rechazan como falsas ciertas actitudes femeninas.

Los chicos encuentran en la madre la posibilidad de reconocer y respetar a las que serán las mujeres de su vida. Sin embargo, la excesiva protección, la discriminación, o la expectativa de cubrir con ellos las carencias de sus matrimonios, genera apegos no sanos, hijos dependientes, o indolentes.
No obstante, el mito de la madre que está por encima de la esposa prevalece en nuestra sociedad.

Todo lo anterior nos sitúa en el tema y es un anticipo de lo que veremos el viernes 22 de diciembre a las 19 h. con La Joya de la familia. Una invitación para que también celebremos un año juntos. Once entregas aprendiendo a comunicarnos en pareja a través del Cine. Os espero.

 

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