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¿El cáncer tiene enemigos?

En el último siglo, los seres humanos nos estamos mostrando bastante vulnerables frente a determinadas patologías extrañas, que al parecer se manifiestan sin causa aparente.
Lo cierto es, que no debemos estar haciendo las cosas bien, porque la mayoría de estas enfermedades tienen una causa externa, y se podría decir que un alto porcentaje está relacionado con la alimentación que llevamos día a día. No me estoy refiriendo únicamente al cáncer, también hablo de las enfermedades autoinmunes como el lupus sistémico, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoidea, celiaquía, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, fibromialgia, psoriasis, etc. Por otro lado, están las alergias que surgen de repente las cuales tenemos ya totalmente normalizadas porque son comunes, en casi toda la población, asimismo la pandemia del sobrepeso y la obesidad hoy en día tan frecuente en la mayoría de los habitantes. Ni esto es natural, ni el ser humano ha nacido con estas enfermedades impresas en sus genes. Sabemos que los factores genéticos, ambientales, las sustancias químicas, los virus y las bacterias juegan un papel importante también, pero me atrevería a decir que son los hábitos alimentarios quienes deciden si en un momento dado se expresa la patología o no.
174 ANGELASi un individuo está genéticamente predispuesto a una enfermedad estará más expuesto si come de manera desequilibrada, si un individuo se enfrenta a un virus y su sistema inmune no está lo suficientemente robusto porque no se alimenta correctamente enfermará gracias a ese virus, si un individuo por falta de información consume sustancias químicas nocivas acabará alterando su medio interno, y por último si un individuo no se ama, el resto de factores sociales, psicológicos y culturales también influirán en su forma de alimentarse y por ende en su futura salud.
Es preocupante la cantidad de personas desinformadas, y además lo expuestos que nos encontramos a productos alimentarios carentes de verdaderos nutrientes aprovechables por nuestro organismo. Estamos siendo avasallados todos los días por la publicidad, por los alimentados inventados por la industria alimentaria, por los ingredientes tóxicos que traen los alimentos procesados y por alimentos de la tierra intoxicados con tanto pesticida. Es verdad que la responsabilidad de la salud de una persona depende de sí misma hasta cierto punto, pero cuando no tenemos la información adecuada que nos permite elegir y además no se nos advierte sobre el efecto del consumo exagerado de ciertos alimentos nos encontramos perdidos en un mar turbio envenenado por el propio hombre.
De acuerdo con todo esto, lo único que nos queda es auto-protegernos con alimentos inteligentes ideados para custodiar nuestro cuerpo y permitir que ellos actúen destruyendo todo lo que tenga intención de perjudicarnos por dentro.
En esta ocasión el protagonista es el brócoli, una auténtica maravilla de la naturaleza, aunque para muchos poco o nada atractivo a causa de su olor y sabor soso. El brócoli es uno de los poseedores del secreto de la longevidad gracias a una gran cantidad de sustancias bioactivas o fitoquímicas que utilizan las propias plantas para defenderse de insectos o agentes patógenos que puedan dañarlas. De nuevo la inteligencia que yace en la naturaleza vuelve a sorprendernos y nos enseña que las plantas también ¡están vivas! y generan sus propias defensas, que paradójicamente tienen la capacidad de causar un gran impacto sobre la salud de los seres humanos. En el caso del brócoli las sustancias bioactivas que lo acompañan son capaces de detener el curso de algunas enfermedades, para ser concretos se trata de los Glucosinolatos que son compuestos nitrógeno-azufrados y que están en concentraciones elevadas en dicha verdura, los más importantes son: Isotiocianatos e Indoles.

El más potente Isotiocianato que actúa sobre las células cancerígenas es el Sulforafano que según varios estudios científicos actúa sobre las células cancerígenas obligándolas a autodestruirse (apoptosis celular) su efecto más directo se ha observado sobre las células cancerígenas de la mama, próstata, ovario, pulmón y vejiga. Cabe decir que el brócoli no sólo se utiliza como alimento terapéutico del cáncer si no también como preventivo ya que sus poderosos fitoquímicos cuando se encuentran circulando en sangre evitan el posible desarrollo de esta enfermedad.
Por otro lado, esta verdura no solo es capaz de actuar sobre el cáncer, posee otros beneficios que resulta apropiado mencionar ya que se trata de la estrella de nuestro artículo. Varias investigaciones constatan que el Sulforafano también ejerce como preventivo de la artritis y además protege las articulaciones frenando la acción de las citoquinas pro-inflamatorias. La artritis es una enfermedad autoinmune y el Sulforafano a parte de detener las sustancias pro-inflamatorias actúa sobre el sistema inmune estimulando a las proteínas que son necesarias para establecer la memoria inmunitaria.

El brócoli contiene además carotenoides, vitaminas C, E, K B6 y ácido fólico, minerales que contribuyen a la regulación del pH de la sangre (potasio y magnesio) zinc y por si fuera poco contiene 47 mg de calcio por cada 100gr de brócoli. Se trata de un calcio de fácil absorción ya que contiene pocos anti-nutrientes que intervengan en su asimilación. Por último, este vegetal actúa como un potente antibiótico; investigaciones in Vitro han comprobado su acción sobre todo en la Helicobacter pylori. Se trata de una bacteria muy común hoy en día en la población y que se instala en el antro gástrico capaz de producir úlcera gástrica y cáncer, según se ha comprobado el brócoli produce su inhibición.

La forma de aprovechar todos los beneficios de esta increíble verdura tiene unas condiciones, como es normal someterla a altas temperaturas y a periodos largos de cocción hará que se pierda todo el potencial que posee por lo tanto es indispensable seguir las siguientes recomendaciones:

  • Cociendo el brócoli al vapor durante dos minutos mantendrá intacto el contenido de Glucosinolatos.
  • Al microondas también es otra buena opción debido a que se cuece en menos cantidad de agua y así se evita la pérdida de estos compuestos a través de ella (el tiempo será dos minutos igualmente).
  • La cocción a la plancha es otro método adecuado ya que no requiere de agua y se evita de esta forma que se pierdan los nutrientes. El producto no debe quedar demasiado hecho ni quemado, la sensación en la boca ha de ser de una verdura crujiente.
  • No es buena idea comprar esta verdura congelada ya que habrá perdido todas sus propiedades durante su procesado

Es evidente que con sólo comer brócoli no se evitará desarrollar una enfermedad determinada pero si nuestra alimentación es equilibrada y en ella se añade fruta, verduras, cereales integrales y evitamos alimentos refinados, grasas hidrogenadas y saturadas con toda seguridad estaremos cosechando una salud de hierro que nos ayudará a evitar la manifestación de patologías indeseables.

 

 

Tagged under: Ángela Tello

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