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¿Cómo podemos eliminar tóxinas de nuetro organismo?

177 ANGELA

Se acerca la primavera y poco a poco vamos dejando atrás los guisos, cocidos y potajes y es el momento más idóneo para plantearnos una limpieza en nuestro organismo. Quizás jamás hayas considerado esta idea, pero si visualizamos a nuestro cuerpo como una máquina que transforma alimentos en nutrientes y que en dicho proceso se generan sustancias de desecho, lo más normal es que con el paso de los años en nuestro medio interno se vayan acumulando residuos y sustancias tóxicas.
De acuerdo con esta premisa es lógico imaginar que nuestro cuerpo necesita un mantenimiento cada cierto tiempo; esta visión a veces es difícil de concebir porque desconocemos nuestra propia naturaleza y pensamos que los miles de millones de células que conforman nuestro organismo son entes que nada tienen que ver con nosotros. Porque nadie piensa en sus células ¿o sí?, nadie piensa tan siquiera en su cuerpo como un todo y que es quién nos permite experimentar la vida. Te propongo un ejercicio: imagina que tu cuerpo es un planeta, y que cada célula es un ser viviente, cada uno cumple con su función, cada uno respira, piensa, te habla y para ellos tu eres su Dios. Con todo lo que implica ser Dios, ¿te comportas como tal con tus células? Lo maravilloso de este ejemplo es que cada célula conoce que forma parte de ti, sin embargo ¿tu sabes de qué formas parte? Si supiéramos todo esto respetaríamos más a nuestro cuerpo y no lo agrediríamos constantemente.

Aunque para nadie es un secreto que en la actualidad existe una total imposibilidad de alimentarnos con productos íntegramente naturales, te sugiero que empieces haciendo todo lo posible por elegir alimentos que estén libres de pesticidas, de aditivos desconocidos, de grasas vegetales o hidrogenadas, de azúcares refinados, de edulcorantes sintéticos cancerígenos y también libres de manipulaciones genéticas. Violar a la naturaleza representa graves consecuencias para la salud de los seres humanos. Por desgracia, estamos siendo partícipes de las aberraciones alimentarias más impensables, así pues, el único que puede defender a tu cuerpo de los agravios externos eres tu; recuerda que eres el amo de tu cuerpo.
Sin dar más rodeos y con la intención de ponernos en marcha con nuestra dieta depurativa es importante saber que la temporada más recomendada para realizar estas limpiezas es durante los cambios fuertes de estación; es decir, del invierno a la primavera y del otoño al invierno, que justamente coincide con las variaciones de alimentación más notorias. Dicho esto vamos a hablar un poco del funcionamiento de tres órganos fundamentales para la vida: hígado, riñones y pulmones. Se trata de tres “centinelas” que tienen la función de detectar y filtrar todo aquello que pueda resultar ser nocivo para nuestro organismo. En primer lugar se encuentra el hígado; es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, ya no sólo por sus funciones metabólicas imprescindibles para la vida, si no porque es el primer órgano a donde llega la sangre con todos los nutrientes procedentes desde el intestino. Cuando la sangre (rica en nutrientes) llega al hígado es filtrada y despojada de sustancias tóxicas. En segundo lugar tenemos a los riñones quienes recogen todos los desechos provenientes de los procesos metabólicos celulares y son eliminados a través de la orina. Los riñones no sólo tienen funciones de excreción de sustancias tóxicas, además de ello cumplen con una función reguladora de fluidos y electrolitos (sal, potasio, glucosa, etc), necesarios para el control de la presión arterial, del equilibrio del pH de la sangre y otros fluidos corporales. Por último nos encontramos con los pulmones; como ya sabemos su principal función es la de deshacerse del CO2 proveniente de la respiración celular y además proporcionar oxígeno para cada célula. En pocas palabras estos tres órganos son los “recoge basuras” de tu planeta llamado cuerpo; gestionan los residuos y los eliminan hacia el exterior. Estos tres filtros son importantes para la vida, pero no debemos olvidarnos de otros órganos anexos como son el intestino grueso (colon). A través de este conducto se excretan las heces fecales que contienen sustancias indeseables; por ello también sería apropiado limpiar el colon de vez en cuando ya que puede ser contenedor de desechos generadores de patologías.
Como podemos ver nuestro organismo produce muchos tipos de desechos: dióxido de carbono (CO2), heces, orina y sudor. Todos los órganos encargados de eliminar estas sustancias indeseables deberían ser desintoxicados cada cierto tiempo ya que con el paso del tiempo por cuestiones de la propia naturaleza (envejecimiento) tienden a trabajar peor y a ello se une la acumulación de sustancias que con frecuencia no se pueden  eliminar por la sobrecarga tóxica de nuestras dietas convencionales. Debemos tener en cuenta que para conservar la salud y para prevenir enfermedades lo más importante es tener el cuerpo libre de toxinas ya que si no las eliminamos se convierten en sustancias catalizadoras de procesos patológicos graves.
Para empezar con nuestro proceso depurativo debemos tener en cuenta que para que este sea efectivo debe estar basado en el consumo de infusiones y fruta. Lo mejor sería sólo beber las infusiones pero en este caso haremos un semi-ayuno, de esta forma será más fácil llevarlo a cabo.

El ayuno es una práctica muy antigua, ligado en unos casos a cuestiones religiosas y en otros realizado por motivos de salud. Se sabe que dejar descansar a nuestro aparato digestivo de vez en cuando es saludable, además de ello nos aquieta la mente cosa que nos ayuda entrar en estados de calma y meditación más fácilmente.

Paradójicamente alimentarnos es lo que nos da la vida pero también es lo que nos la quita, esto se debe a que durante el metabolismo irremediablemente se producen radicales libres que son sustancias muy reactivas, se generan compuestos tóxicos, compuestos ácidos, etc. Incluso hasta el mismo hecho de respirar nos hace envejecer pero de eso no podemos prescindir, aunque sí que podemos respirar más profunda y lentamente. Así pues, si un día entero no comemos evitaremos fabricar estas sustancias derivadas de las digestiones y esto equivaldrá a unos preciosos minutos más de vida.
Antes de dar comienzo a nuestras pautas es importante saber que esta idea de limpieza sólo es apta para personas que se encuentren bien de salud, no es idónea para niños, ni adolescentes, ni para personas con patologías graves, ni las que se encuentran con un índice de peso por debajo de lo normal, ni para mujeres embarazadas y mucho menos para madres en proceso de lactancia. Personas con anemia o que se encuentran débiles, deben prescindir de hacer el ayuno pero pueden tomar las infusiones entre comidas. En el caso de personas con patologías de tipo autoinmune y que no se encuentren en un proceso de recaída esta limpieza puede venirles muy bien al igual que aquellas cuyos índices de colesterol y triglicéridos estén elevados.
Limpieza del hígado, riñones y pulmones
Las plantas propuestas para el día de nuestra limpieza son la alcachofera (las hojas de la planta de alcachofa, no las flores que comemos habitualmente), el tomillo y la cola de caballo. La única fruta acompañante durante este día será la manzana verde, ya que es una fruta que contiene mucha fibra y nos ayudará a hacer más llevadero nuestro día. Comeremos cuatro manzanas; dos por la mañana y dos por al tarde. La cantidad de infusión debe ser de tres litros en ocho horas (tiempo que durará nuestra limpieza), que se pueden preparar taza a taza o bien hacer los tres litros e ir tomando cada vez que lo necesite. La infusión ha de estar templada en el momento de beberla, no puede estar fría de la nevera puesto que puede provocar molestias en el aparato digestivo.
Ahora vamos a hablar un poco de las ventajas que ofrecen cada una de estas plantas:

  • Hojas de alcachofera: estimulan el funcionamiento hepático y digestivo, es una de las pocas hiervas que tiene la capacidad de normalizar el aparato digestivo. Particularmente esta planta estimula el funcionamiento del hígado. Se trata de una hierva con efecto colerético y colagogo, es decir que inducen a la segregación de bilis para descongestionar el hígado. Para la preparación de la infusión serán necesarios 100gr de hojas de alcachofera por litro de agua o en su caso una cucharadita por taza de agua.
  • Tomillo: actúa como expectorante, fluidifica las secreciones bronquiales y favorece su eliminación. Por otra parte posee  una actividad antiséptica gracias a diferentes compuestos fenólicos (timol y carvacrol) que lo hace especial para tratar enfermedades del aparato respiratorio. La eliminación del tomillo tiene lugar a través de las vías respiratorias y urinarias con lo que produce efecto antiséptico sobre dichos órganos. Así mismo tiene acción antiinflamatoria. La cantidad de tomillo utilizada para la infusión es de 100gr por litro de agua.
  • Cola de caballo: indicado para la limpieza de los riñones estimula la depuración del organismo ayudando a eliminar líquidos retenidos. Se trata de un diurético, pero no es una planta para adelgazar como mucha gente piensa. La cantidad que se debe utilizar  de esta planta es de 80 gr por litro de agua.


Cuando hayamos finalizado con nuestro día de desintoxicación, quizás estemos un tanto hambrientos, y para terminar el día sin alterar nuestro aparato digestivo lo ideal es tomar un caldo natural muy liviano, sin exceso de grasas o una crema de verduras. Al día siguiente de la limpieza es recomendable evitar comer alimentos de origen animal incluidos los lácteos, y comer vegetales vivos, es decir ensaladas y verduras poco hechas, sin mucha grasa y zumos naturales. En días posteriores poco a poco iremos introduciendo el resto de alimentos como las legumbres, pescado, etc.
Plantearnos un día de ayuno no es una cuestión fácil, pero estarás ganando calidad de vida aunque en primera instancia no lo notes. Indudablemente nos encontramos frente a una acción que implica mucho sacrificio, pero tu cuerpo estará enormemente agradecido y responderá proporcionándote la salud que tanto necesitas para seguir experimentando la vida

 

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