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Relaciones renovadas

El océano se convierte en gota.
La gota se disuelve en el océano.
Conócete. Acéptate. Supérate.
Como el agua: Fluye.

El vínculo de las relaciones entre las personas; vivas o muertas, presentes o ausentes, es una conexión que potencia nuestra capacidad de transformarnos. Cultiva capacidades más profundas y libera las heridas del pasado para vivir más libres en el presente.

Lo que haces, dices y piensas no sólo te influye directamente a ti, sino que también estás influyendo a otros por resonancia. Todos y cada uno somos responsables de nuestras acciones, palabras, pensamientos y del efecto que tenemos en nosotros y en los demás. Estamos unidos por lazos invisibles que se refuerzan cuanto mayor es el vínculo.

La Ciencia aún no puede explicar con datos objetivos los mecanismos sutiles que entretejen el cuerpo, las emociones, la mente y el espíritu de los seres humanos en relación. ¿Dónde reside nuestra mente? Seguramente más allá de nuestro cerebro. La mente se extiende hacia los demás y el mundo que nos rodea. Renovar nuestras relaciones es una nueva forma de pensar, sentir y actuar.  

La familia renovada

Conviene traspasar ciertas ideas para renovar el concepto de familia: los hijos se traen al mundo cuando toca por inercia social, los hijos son salvavidas de relaciones que hacen aguas, los hijos son la oportunidad de ver cumplidos nuestros sueños rotos, los hijos son los  que aprenden y los padres los que enseñan.

Renovar la familia requiere de una nueva mirada. Para ser madre y padre hay que aprender a ser arquero y, así, poder lanzar a los hijos al mundo y a la vida. Padres que  acompañan a sus hijos en el desarrollo de los propios talentos y cualidades. Hijos que se hacen adultos sin retenerse en etapas de infancia y adolescencia. Padres e hijos que aprenden mutuamente con los acontecimientos de la convivencia cotidiana.

Elvira quería resolver los conflictos en la relación con su hija. Al principio sugirió que fuera la adolescente quien viniera a sesiones individuales, más adelante, se comprometió en venir ella. Empezó a darse cuenta de que todo aquello que estaba juzgando en su hija tenía que ver consigo misma y con las partes que se había negado a mirar hasta entonces. Atravesó la negación y comenzó a sanar heridas pendientes. Poco a poco la relación con su hija empezó a transformarse. Ya no requería de ella que se comportara de un modo determinado sino que aplicó ese cambio en su propio comportamiento. La relación entre ellas mejoró tanto que afectó de forma colateral a todos los miembros de la familia. Hoy en día, el hogar de Elvira ha pasado de la reacción a la armonía entre sus miembros.

El sexo renovado

Eros es la interacción dinámica entre dos amantes. El sexo es naturalmente sagrado. Es una expresión de la fuerza sutil de la vida que alienta en el cuerpo y en la totalidad del Universo. Cuando hacemos el amor, nuestras energías se entremezclan de un modo mucho más sutil que cualquier intercambio ordinario. Sólo los seres humanos hacen el amor con las partes más blandas del cuerpo en exposición: vientre y corazón en contacto mutuo.  

Sara había heredado la moderna mentalidad de sus antecesoras en la que el sexo estaba reducido a una función meramente corporal. Vivía el sexo como la expresión de un instinto animal subordinado a un falso ego masculinizado. En los últimos tiempos algo dentro de ella misma, de un modo inexplicable, la hacía sentir incómoda. Era como si estuviera haciendo un sacrilegio en cada acto. En las sesiones individuales comenzó a integrar las partes femeninas negadas y las partes masculinas sobrevaloradas. Su trabajo psicológico fue calando también a un nivel físico, corporal y energético. Venció y transmutó tantas herencias y creencias que disolvió a sus saboteadores. Se encontró con una feminidad tan poderosa y libre que renovó sus encuentros sexuales. Ahora se vivía más auténtica y completa con sus amantes. Descubrió que poner de manifiesto su esencia en cada encuentro no la exponía a asumir compromisos más allá de sus deseos.

El trabajo renovado

Cuando trabajamos somos un instrumento a través del cual las horas se transforman en una melódica música que nos regenera y se expande al mundo. Trabajar con amor es poner en todo lo que se hace un soplo de la propia alma. Muchas veces no importa tanto qué se hace sino cómo y desde dónde se hace.

Hacía tiempo que Sergio se sentía desmotivado en su trabajo. Se planteaba un cambio de aires aunque la situación no estaba como para tirar cohetes. Había aprendido a conseguir las cosas a base de esfuerzo. La letra con sangre entra era el lema con el que había crecido. Su sueño era un trabajo de 4 horas diarias 3 días a la semana. Desde que comenzó la psicoterapia algo estaba cambiando. Algo que no sabía explicar del todo puesto que era bastante intangible. Esas pequeñas cosas del día a día. Entre ellas, levantarse contento cada mañana sin saber muy bien el porqué. Se sorprendía dando los buenos días a la recepcionista del edificio de su oficina reparando en que hasta entonces jamás lo había hecho. Se relacionaba con sus compañeros de trabajo desde una naturalidad desconocida. Ante su sorpresa, estaba fluyendo sin esfuerzo en lo cotidiano. Empezó a darse cuenta que el problema no estaba en el trabajo que tenía. De hecho le gustaba. El gran descubrimiento de Sergio fue comenzar a valorar su vida de otra manera. Su trabajo seguía igual. Nada había cambiado y, sin embargo, todo había cambiado, porque quien cambió fue él mismo.

Estamos siendo afectados por, y, afectando a, las personas de nuestro entorno. En ocasiones basta con pensarlas. Cuanto mayor es el vínculo, mayor es esta afectación. El Universo no está funcionando de acuerdo a leyes inmutables sino más bien a modelos de hábitos creados por la repetición de ciertos sucesos en el tiempo. Cuanto mayor sea la forma en que vivimos de manera renovada nuestras relaciones, tanta más memoria de renovación habrá día a día en las relaciones. Crear un mundo mejor para todos comienza por nuestro pequeño mundo. Renovar tu relaciones es para tu bien y para el bien de todos.

 

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