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Ondulación Infinita

 

200 LALITADanzando en las profundidades del Cuerpo

A menudo cuando danzamos no somos realmente conscientes de los movimientos que estamos realizando. Y no me refiero sólo a los movimientos externos, esos que se visualizan a través de nuestro cuerpo. Si no al pequeño detalle, al movimiento interno que implica transformarse a cada instante. “Cambiar nuestra morfología, movilizar nuestras emociones y liberar pensamientos implica por consecuencia un cambio estructural en nuestra configuración energética esencial.”
El movimiento siempre implica un cambio, una transformación, por pequeña que sea. Cuando prestamos profunda atención y nos encontramos en plena presencia, el movimiento torna otro sentido, se muestra como una llave para abrirnos la puerta del entendimiento a un mundo interno, profundo y verdadero.
Escuchar el cuerpo, es tomar contacto de nuestro latido, de nuestra respiración, de nuestro pulso vital. Acceder a las profundidades del cuerpo desde el movimiento nos ofrece la oportunidad de habitar un espacio antes desconocido, encarnar desde otro lugar el templo que nos contiene, y observar las múltiples posibilidades que el mismo cuerpo nos regala.  
Siempre me ha fascinado observar y experimentar los procesos de liberación que conlleva practicar las secuencias de Ondulación Infinita de Danza Kundalini. En ellas, recuperamos el movimiento natural del cuerpo, desde un flujo constante de Ondulación que nos evoca el movimiento natural de las serpientes, las olas, el viento…
A través de estos movimientos serpenteados activamos mecanismos de recarga energética natural, pues al ser cíclicos, no sólo no perdemos energía en ellos, si no que nos recargamos, y al ser repetitivos actúan con el potencial de un mantra, permitiendo penetrar en la esencia del movimiento desde su raíz.  
Comparto varias secuencias de Ondulación Infinita con las Mujeres que acuden a mis Retiros o Encuentros Mensuales, y no deja de asombrarme el poder transformador que tienen en ellas, y por supuesto en mí.
La Onda tiene el poder de generar surco o huella, impregnando de nuevo potencial el movimiento que se está ejecutando. La onda otorga un estado de catarsis o trance en el cual, el cuerpo pasa de estar sólo presente en el plano físico, para abrirse a un plano más energético y amplificado de consciencia, que si profundizamos nos permitirá acceder a lugares insólitos dónde cuerpo y espíritu danzarán en comunión.  

Tras unos veinte minutos de Ondulación consciente y bien dirigida, el cuerpo se libera de fatiga, cansancio y apatía. Tras unos treinta o treinta y cinco minutos, la energía vital se ha renovado por completo, y nos sentimos más ligeras, más fluidas, más vigorosas. Tras una hora de Ondulación Infinita podremos percibir cambios internos y externos, todas las células sintonizando con nuestra vibración esencial y un estado de plenitud y bienestar nos conmueve. Estas pautas siempre y cuando sean bien dirigidas y pautadas por un buen terapeuta del movimiento.
En mis clases y talleres me inspiro en varias secuencias de Ondulación Infinita, estás serían algunas de ellas:
•    Infinito Vertical: Dibujaremos con todo el cuerpo el símbolo del Infinito, llevando la onda del movimiento a los lugares dónde más rigidez encontremos, para devolver al cuerpo y sus profundidades la fluidez y energía primordial.
Hay dos tipos de Infinitos Verticales, el que se sucede desde la Tierra hacia el Cielo (Infinito Generador) y el que se sucede del Cielo a la Tierra (Infinito Nutricio). Ambos Infinitos nos permiten conectar el Cuerpo Físico con la Tierra mediante un ejercicio previo de enraizamiento profundo, y con el Cielo, generándonos así una sensación de plenitud y de unidad.
Siempre recomiendo comenzar con el Infinito Generador, comenzar desde las raíces, permitiendo que la energía de la Tierra nos vaya inundando poco a poco, y así sentirnos enraizados y sostenidos, con más vitalidad y conciencia del cuerpo.
Desde ahí, la energía se centra en el abdomen y pelvis, movilizando vientre, desde útero a órganos digestivos. Tomar conciencia de esta activación es un acto de auténtico gozo y expansión, además de permitirnos ser dueños de nuestras emociones y remociones más profundas. Una vez activo abdomen y vientre, ascenderemos la onda hacia diafragma, para llegar al esternón, pecho, garganta, tercer ojo y por último Coronilla.
Cuando sintamos que la energía del Infinito Generador ya está activada y se ha movilizado tensión y bloqueos , podemos acceder al Infinito Vertical Nutricio. Un movimiento que parte ahora desde la coronilla, recorre desde cabeza, garganta, pecho, abdomen, vientre, caderas, muslos, rodillas, pies…y de nuevo a la Tierra.
Durante la repetición de estos Infinitos verticales, liberamos energías estancadas y bloqueadas en forma de emoción, dolor o tensión. Permitimos que el cuerpo más ligero amplifique su campo energético y vibre en una frecuencia mayor y más en sintonía con su vibración original.

•    Infinito Horizontal: Una vez experimentamos el flujo de los dos Infinitos anteriores, percibiremos como punto de anclaje de los dos el centro del pecho o esternón.
Es en este punto dónde nace el siguiente movimiento. Lugar de origen de todo movimiento de expansión y contracción, el pulso vital, la respiración , el latido cardiaco.
Desde el centro del Corazón (Chakra Anahata) comenzaremos a realizar pequeños infinitos que cada vez serán más y más grandes, abarcando a cada repetición más zonas de nuestro cuerpo… pecho, costillas, hombros, brazos, codos, muñecas, manos, dedos… La energía del infinito se expande y se contrae según la dirección de nuestro movimiento, experimentando sensaciones muy distintas según amplifiquemos o contraigamos el mismo.
Así una vez movilizada la Energía desde la Tierra y desde el Cielo, llegamos al centro del Corazón, el lugar donde confluyen el Ego y el Ser, el centro Esencial, dónde expandir y contraer es un acto natural de Vida y transformación.  
Con este Infinito solemos acceder a estados amplificados de energía amorosa y compasión, más empatía, y una sensación de ligereza que permite tener los sentidos a flor de piel y percibir desde los sentidos del Corazón…

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