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DEL RITO AL ÉXTASIS

Parece que en un mismo contexto no podrían ir de la mano estas dos expresiones: Rito y Placer, Sagrado y Gozo, Cuerpo y Espiritualidad. 

La religión extendida hoy por hoy en Occidente, ha desvirtuado el origen de la espiritualidad, separándola del cuerpo, del placer y del vínculo profundo con lo femenino. 

Antiguamente, el vínculo con lo Sagrado estaba asociado a los misterios de la Vida-Muerte-Vida, siendo el cuerpo femenino un Templo de adoración en diferentes culturas y tradiciones.

El Cuerpo femenino era lugar de culto y transformación, en comunión con la Naturaleza y sus ciclos, con la Luna y sus fases. La Mujer era conocedora de su poder creador y de su íntima relación con los elementos.

210 LALITALa Mujer, traía con ella, la Magia de la Vida, portando en su vientre, nuevas criaturas. Esto fue uno de los primeros actos de asombro para el hombre del Paleolítico. Y por tanto su figura como Madre dadora, gestante, fue uno de los símbolos de adoración más empleados en el Arte de aquellos tiempos. 

Las cavernas eran lugares de Rito, Adoración, Iniciación, que simbolizaban el propio Útero de la Madre. Y en las paredes y entradas de estos espacios sagrados, aparecen pinturas rupestres o figurillas de Cuerpos Femeninos, representando el culto a la Diosa, a lo Sagrado Femenino, a la Vida. 

En el aspecto de la Danza, las primeras danzas rituales aparecen como medio de comunicación entre el hombre y lo divino, siendo conocedores de la danza como lenguaje mágico para expresar desde el espíritu. Danzas de origen catártico, en las que el cuerpo es tan sólo un vehículo para que el espíritu entre en comunión con lo divino. 

En estas experiencias de trance, el cuerpo como vehículo experimenta gozo y placer en ese viaje sensorial y mágico. Así el acto ritual, no separa el espíritu de los sentidos, ni el rito de lo placentero. 

De hecho el propio Rito, es el que puede llegar a generar un estado de Éxtasis, al ser un medio de conexión con la divinidad, los elementos, el espíritu y el más allá. 

Ese Éxtasis, nos recuerda la verdadera existencia, el origen del que procedemos y al que retornaremos, la infinita expresión del Universo. 

La Danza Ritual baila y ofrece desde el Cuerpo y el Espíritu, un medio de atención plena, entrega, y puesta al servicio de la Divinidad. En ese instante en que nos ofrecemos, nos volvemos pequeñas y diminutas, siendo conscientes de que en esa danza hay algo mucho mayor que nosotras que nos está haciendo danzar. Bailamos al servicio del Espíritu, y del Ser Superior, del Dios-Diosa, del Universo. 

Cuando comprendemos este acto de entrega, se experimenta la disolución. Desaparecemos. Nos volvemos “Nada”. Y en ese mismo instante nos volvemos Infinitas, Gigantes, Inmensas, Grandiosas. 

Al reconocer que en ese movimiento, en ese cuerpo, en esa Danza, hay algo mucho más grande que la propia existencia. El Gozo que percibimos en esa experiencia es místico, sutil, delicado y salvaje al mismo tiempo. 

Cuerpo y Placer. Gozo y Espíritu. Vida y Muerte. Rito y Éxtasis.

Lalita Devi 

Bailarina Holística

Creadora y Facilitadora de Danza Mística, Danza Kundalini y Poesía en Movimiento

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